La pobreza energética ha mostrado su cara más amarga con la
muerte de una anciana de Reus que, desde hacía tres meses, se alumbraba con
velas. No ha sido la única en este mes, apenas comenzados los fríos y, por desgracia, aún no se ha
iniciado el invierno. Los muertos por inanición, frío, inhalaciones de monóxido
de carbono o quemaduras y asfixias producidas por incendios, podrían llegar a
los 7.000 al año en nuestro país, con lo que si no hacemos nada por evitarlo –aún
estamos a tiempo- los casos que conozcamos serán habituales.
Son muchas las familias en España que ven con preocupación las penalidades que van a
tener que sufrir en los próximos meses, al no poder calentar su vivienda de
forma adecuada. Se encuentran en la dicotomía de comer o calentarse y eligen la
comida y las mantas o el brasero; aunque también habrá los que tengan
dificultades para poder cocinar ante la falta de suministros energéticos. Son
los mismos problemas que tienen muchos africanos en el Sahel y los arreglan con
excrementos secos de animales y con los pocos matorrales que aún subsisten.
Pero estamos en España y en el 2016, V Año Triunfal del Partido Popular, por la gracia del PSOE.
En estos momentos, tras la tragedia de Reus, la compañía suministradora de la electricidad,
Gas Natural Fenosa, la misma de la que era consejero hasta hace unos días
Felipe González, y el ayuntamiento de Reus se culpabilizan del suceso.
Pero el problema no es un hecho puntual , sino la
consecuencia de más de un siglo de prebendas y regalos políticos a las grandes compañías
suministradora de nuestro país. Ahora son las eléctricas, gasistas y de aguas, pero antes, incluso antes
de la guerra civil, lo fueron las compañías ferroviarias o mineras, cuyos
intereses siempre estuvieron antes de los del pueblo y se legisló a su favor.
Sin lugar a dudas la situación ha empeorado con los decenios
turnistas entre PP y PSOE. Las compañías energéticas saben que sus resultados
económicos dependen en gran medida de la legislación que consigan de los
partidos y por eso engrasan la maquinaria dando trabajo a cuantos
expresidentes, exministros y todos tipo de ex con poder, se pongan a su
alcance. Y con las astronómicas cifras que pagan o con las posibilidades que
ponen al alcance de los agraciados, son pocos los que se niega. Y los hay de
todos los partidos, porque en esto no hay izquierdas ni derechas ni centro ni
nacionalistas.
Por poner algunos nombre en negro, encontramos que en las
listas hay personajes de todos los partidos y cariz político. No voy a ser exhaustivo, ya que son más de
cincuenta los cargos políticos que han encontrado acomodo y billetera llena en
estas empresas.
Por el PP destacamos: -Angel Acebes (Iberdrola), José María
Aznar (Endesa), Carmen Becerril (Acciona), Santiago Cobo –marido de Teófila
Martínez (REE), Carlos Espinosa de los Monteros (Acciona), José Folgado (REE), Antonio Hernández Mancha (Enagás), Ignacio
López del Hierro, marido de Dolores de Cospedal (Iberdrola), Marcelino Oreja (Enagás), Ana de Palacio
(Enagás), Paloma Sendín (REE), Javier
Rupérez (Abengoa), Isabel Tocino
(Enagás).
Por su parte, del PSOE, Ángeles Amador (REE), Josep Borrell
(Abengoa), Felipe González, que recientemente ha abandonado el puesto (Gas
Natural Fenosa), Joan Majó
(Endesa), Manuel Marín (Fundación
Iberdrola), Braulio Medel , Junta de
Andalucía (Iberdrola), Ramón Pérez Simarro (Enagás), Elena Salgado (Endesa), Luis Solana (Abengoa), Pedro Solbes (Enel).
Por el PNV, Juan María Atutxa (Iberdrola) y Josu Jon Imaz
(Gas Natural Fenosa).
Por la Casa Real: Carlos de Borbón y Dos Sicilias (Abengoa).
Por CDC: David Madí (Endesa),
Por CIU, Ramón Roca Junyent (Endesa).
Con este amplio plantel de puntales políticos a su favor y
una legislación que ha convertido a España en un coto cerrado al que exprimir
cuanto conviene, los resultados de estas empresas son espectaculares.
Las mayores compañías eléctricas con operaciones en España,
que son Iberdrola, Endesa y Gas Natural Fenosa, ingresaron entre las tres 52.390,7 millones de euros, un 10,7% menos que
en los nueve primeros meses de 2015. Por su parte, el beneficio bruto de
explotación (Ebitda) de las tres compañías se situó en 12.238,5 millones de
euros, con un incremento del 0,67% con respecto a los nueve primeros meses de
2015. El beneficio neto conjunto de 4.276,7 millones de euros en los nueve
primeros meses del año, elevando así en un 1,3% las ganancias de 4.219,7
millones de euros del mismo periodo del año pasado.
De las tres empresas es Iberdrola la que registró el mayor
beneficio, con un total de 2.041,7 millones de euros y un incremento del 6,4%
con respecto al mismo periodo de 2015. Sánchez Galán se gana su sueldo, de
47.000 euros diarios, con holgura.
Por su parte, Endesa obtuvo un beneficio neto a septiembre
de 1.305 millones de euros, un 8,2% más con respecto a las ganancias de 1.206
millones de euros de los nueve primeros meses del año pasado.
En tercera posición Gas Natural Fenosa, que registró unas
ganancias netas de 930 millones de euros, con un descenso del 15% en su beneficio.
No obstante, con la venta de su participación del 20% en GNL
Quintero (Chile) a Enagás, cuyo cierre está previsto en la primera quincena de
este mes, la caída del beneficio neto sería del 10,4%.
Estas cifras de beneficios, logradas por un sector que
vende un bien de primera necesidad, se obtienen porque el precio de la energía
en los hogares españoles es uno de los más altos de la Unión Europea. Y esto lo
dice Eurostat, la oficina estadística europea.
Según sus datos, España tiene el quinto precio más elevado de la UE de
electricidad de consumo doméstico, con 0,237 céntimos por kilovatio/hora en
2015, solo superado por Dinamarca,
Alemania, Irlanda e Italia. Algo similar ocurre con gas natural, que tiene en
España el tercer precio más alto de la UE, por detrás de Suecia y Portugal.
Pero no es solo con una política de precios altos con los
que las eléctricas consiguen sus beneficios, la parte más importante de su
privilegiada situación llega desde el manejo que hacen de la legislación, acomodándola a sus necesidades. Y es que desde la privatización de Endesa
todo lo que se ha hecho en el sector ha sido manipulado a su interés. Veamos sus logros a nuestra costa, sin ánimo de ser
exhaustivo, que hay más:
-
Después de que el Gobierno de turno –da igual PP
o PSOE para las eléctricas- convenciera a los españoles de las ventajas de la tarifa
nocturna y de que estos hicieran sus inversiones en acumuladores, programadores
y demás infraestructura “ad hoc” se eliminó la tarifa y se dejó a más de dos
millones de españoles con la inversiones realizadas y con unas condiciones que ya no eras beneficiosas.
-
Se fuerza un sistema para que calcule el precio
de la luz, tan favorable para los intereses del sector, que han conseguido que
la tarifa suba un 24,6% en los últimos seis meses.
-
Consiguen el “impuesto al sol” ante el hazmerreir
de todo el mundo occidental; ¡ojo! se ríen de nosotros por ser víctimas de
tales abusos, amparados por un Gobierno al que se vota una y otra vez.
-
Han conseguido eliminar la competencia de las
energías renovables en España, aunque en otros países estas mismas empresas
eléctricas españolas estén invirtiendo en ellas.
-
Se incumple la normativa europea de protección a
los consumidores vulnerables.
-
Se consigue que el Constitucional, a petición del
Partido Popular, anule la Ley catalana que impedía los cortes en los
suministros básicos a personas en riesgo de pobreza.
-
Se impide que los representantes de los
consumidores sean escuchados a la hora de tomar decisiones.
-
No se devuelven los 3.500 millones que el sector
se ha embolsado de más por los costes de transición a la competencia. Los sucesivos gobiernos del PP y del PSOE han
ocultado esta situación detrás de los sillones en sus consejos de administración.
-
Acaban de conseguir la obligación de que cada
usuario incorpore un contador “inteligente”, que lo es tan solo para las
eléctricas, incrementando sus
beneficios.
-
Con la implantación del ICP obligan a contratar
un mínimo de potencia para cubrir nuestras necesidades. Hasta aquí parece
normal, pagamos por lo que consumimos, pero no lo es tanto cuando entendemos
que las necesidades en invierno son mayores que las del verano y que estas
empresas nos obligan a tener contratada esa potencia todo el año. Aunque en
verano necesitemos sólo un tercera parte, pagamos igual el exceso de potencia.
-
Han subido de tal forma los costes fijos, que
apenas podemos ahorrar en la factura al consumir menos o estar ausentes. El
coste de la cantidad de energía consumida es cada vez más pequeño frente a los
costes fijos.
-
Un recurso de Endesa y Eon ha tumbado en el
Tribunal Supremo el bono social eléctrico; las eléctricas no tienen ya que subvencionarlo, y habrá que devolverles
500 millones de euros más los intereses.
-
Con la legislación vigente consiguen que los
tribunales -ahora controlados por el PP, les quiten cualquier posible sanción
que se les imponga. Como la sala de lo contencioso administrativo del Tribunal
Supremo, que ha anulado una sanción de 5,4 millones de euros impuesta en junio
de 2012 a Endesa por tejemanejes con el mercado libre de clientes y la Tarifa
de último recurso. Con esta decisión,
las compañías eléctricas han logrado que los tribunales hayan dejado sin efecto
en los dos últimos años, ya sea en el Supremo o en la Audiencia Nacional,
sanciones impuestas por la anterior autoridad de Competencia (Zapatero) por
valor cercano a 70 millones de euros.
No se puede permitir que eléctricas y políticos, unidos en
una auténtica organización mafiosa de intereses mutuos, continúen ejerciendo un manejo de la energía
que deja relegados a la pobreza a millones de españoles, privándoles de
derechos fundamentales y provocando más muertes -7.000 son achacables a la
pobreza energética- que los accidentes de tráfico. Es una clara situación de abuso de posición dominante, y de organización para alterar el precio de la cosas con resultado de muerte. El terrorismo puede hacerse sin armas ni bombas.
Hace ya tiempo que es un clamor la realización de una auditoría
independiente que certifique el coste de la energía eléctrica, la deuda por
déficit de tarifa y cuáles serían los pasos para disminuir la factura. Este
pasado mes de octubre la media que se ha alcanzado es de 69 euros, y continuará
incrementándose en los próximos meses, poniendo muy difícil la situación a
siete millones de españoles.
Mientras las personas sufren y mueren, las eléctricas y sus
directivos viven una auténtica época dorada con sueldos astronómicos y glamour
a todo trapo. El negocio es seguro y la competencia es compañera y cómplice;
los políticos trabajan con y para ellos y los sufridores carecen de derechos.
Pero están tirando demasiado de la cuerda y el “statu quo” conseguido podría
romperse. Es cuestión de ponerse a ello y la nacionalización del bien, la
electricidad, que no de las empresas, podría ser una vía adecuada.
Eduardo Lizarraga