A menos
de veinte meses para que les quiten las llaves de la caja, los cargos con mando en plaza del Partido
Popular continúan liquidando el escaso patrimonio que le resta al pueblo
español. Si los de arriba comenzaron con
la educación y siguieron con la sanidad, ayudando como quien no quiere la cosa
a sus amigos banqueros de paso, ahora son los alcaldes populares de los pueblos,
los que quieren hacer caja privatizando agua y servicios municipales o
urbanizando entornos naturales. Y andan enloquecidos en la tarea.
Como
plaga de langostas, que agotan los recursos por donde pasan, los munícipes
populares siguen intentando hacer negocio con lo que tienen a su alcance. Y les
da lo mismo lo que opine el pueblo que gobiernan –además lo dicen en su cara-,
saben que la oportunidad no se va a volver a repetir y que para llenar el
bolsillo les queda poco tiempo. La legitimidad de los votos obtenidos es más
que dudosa a estas alturas del latrocinio.
Durante
estos dos años de gobierno de Rajoy hemos asistido a un despiece controlado y
planificado del estado de bienestar que España había alcanzado. Y es que con la
escusa de la crisis, los neoliberales del partido popular, obedeciendo a sus
amos, que los tienen, han llevado adelante sus planteamientos
ideológicos para que la crisis la pague el pueblo, y ricos, banqueros y grandes empresas vean los
toros desde la barrera. El argumento es el de siempre, la creación de puestos
de trabajo y evitar que los ricos se lleven sus empresas y dineros fuera. Y
aunque parezca increíble a estas alturas del discurso el argumento sigue teniendo
firmes seguidores.
Otra
mentira más que añadir, a la inmensa lista con la que el PP ha regalado los oídos
de los que le creyeron, desde que
llegaran Rajoy y su estrategia de mentira continuada. Los empleos que se crean
son para esclavos mal pagados (Ver artículo publicado en este blog "Europa limita al sur con China") y si las empresas se quieren ir pues
puerta abierta que seguro que otras vendrán a ocupar su lugar porque negocio lo
hay. Inconcebibles las palabras de Sanchez Galán, presidente de Iberdrola
diciendo que España no les interesa y que van a invertir en otros países. Todos
debiéramos habernos dado de baja de su eléctrica y así no tenían que irse sino
que les habíamos echado. Yo lo hice y me siento mejor…Holaluz me llamo ahora.
Pero
siguiendo con el destrozo causado por el PP durante estos más de dos años y sin
querer ser exhaustivo: Reforma Laboral
para convertirnos en esclavos, Reforma
Sanitaria para que paguemos la asistencia e intento de venta de hospitales en
Madrid –modelo a seguir si les dejamos, - dinero “prestado” a los bancos que
puede llegar a los 150.000 millones de euros y que éstos no van a devolver, con unos
intereses diarios de 105 millones que pagamos entre todos, Reforma de la
Justicia para que ya no sea gratuita, Ley de seguridad Ciudadana para que no
protestemos y nos puedan multar o penar si lo hacemos.
Tomo
aire y prosigo: han destruido la Ley de Dependencia, disminuido los salarios,
congelado las pensiones, hemos llegado o superado –según cómo se realice el
recuento- los 6 millones de parados, insultan
a las mujeres con una Ley del Aborto casi eclesiástica, siguen los desahucios a
razón de más de 90.000 al año, nos han subido los impuestos como nunca, pero ni
a las grandes empresas ni a los ricos, como siempre, han conseguido que nuestra
mejor generación se tenga que exiliar.
Otro poco más y lo dejo que me sale un sarpullido:
mantienen una política de indultos indecente, la corrupción de que nos enteramos es diaria,
suben la luz y les dejan que nos sigan robando, permiten que los políticos –suyos
y de los otros partidos, para que se callen- reciban favores de las grandes
empresas, corrompen la Justicia metiendo sus manos en ella, incumplen su programa
electoral hasta convertirlo en el programa de lo que no han hecho ni van a
hacer, mantienen las prebendas a la Iglesia y le permiten que tome parte de las
decisiones del Gobierno, se ríen del Estado laico encomendándose a vírgenes y
santos para que obren milagros… Lo siento, no puedo con esta gente, su culto al
negocio, al sobre y su olor a sacristía.
Y
siendo grave la promulgación de leyes neoliberales tendentes a hacernos
esclavos, siempre se pueden derogar y volver a legislaciones a anteriores a
fuerza de votos. Por supuesto que tendrá un coste, económico y del otro, pero
sólo voy a votar a quien me lo garantice y me de seguridad en el cumplimiento de su palabra, aunque no se
aún cómo. Y claro está que será
necesario estudiar los posibles delitos perpetrados en la realización de todo
este cambio del estado constitucional de 1977, laico y democrático, a un estado
eclesial, inculto, franquista y de las
JONS. Que ganar unas elecciones tampoco da permiso para todo…eso lo hicieron
los nazis en el 33.
Está
claro que tampoco hay que caer en el fundamentalismo y que tal vez algo de lo
hecho sea bueno y funcione bien, pero
tendrá que querer mantenerlo el pueblo, que es soberano, al menos en la
Constitución. Y para que ejerza esa soberanía habrá que darle los mecanismos
adecuados y no sólo el votar cada cuatro
años programas electorales que no constituyen ningún compromiso y que se
incumplen de forma sistemática. ¿Y por qué no es delito esa estafa?, porque
tendríamos a todos los políticos en la cárcel. Y cuando hablo de mecanismos hablo de
consultas populares cuando haya decisiones que afecten al modelo de estado
elegido; que convocar un referéndum en este país parece mentar la bicha. Y con
ello no queremos quitar valor a los
representantes del pueblo español sino lo contrario, valorarlos en lo que valen
y hacen. La confianza del pueblo español
en sus gobernantes debe ser evaluada en continuo y no cada cuatro años con
procesos consultivos fraudulentos.
Distinta
es la recuperación de todo lo vendido de forma graciosa a empresas y amigos.
Hospitales, empresas municipales de agua, concesiones en parques nacionales,
permisos de minería o de prospecciones diversas, servicios sanitarios, de
catering, de limpieza, de seguridad, cambios de uso de suelo… Estamos viviendo
una subasta pública “al mejor postor y que además sea de mi cuerda y me dé una
comisión”. Y si el Canal de Isabel II sobrevive aún es porque la única oferta
procedía de una empresa catalana ¡y hasta ahí podíamos llegar! Va a resultar
complicado sino imposible recuperar todo este entramado empresarial vendido y
cancelar concesiones a largo plazo sin millonarias indemnizaciones.
¿Y esto
es conforme a Ley? ¿Puede un político o un partido gobernante, aunque tengan la
mayoría, tomar decisiones que van más allá en el tiempo de su mandato
electoral? ¿Por qué hipotecan un futuro
que no es suyo? Los votos conseguidos en las urnas, esos a los que recurren de
continuo para justificar la legitimidad de sus decisiones no van más allá de los cuatro años. El resto
no les pertenece y por lo tanto no parece lógico que puedan tomar decisiones sobre él. Si es conforme a la Ley que tenemos habrá que cambiarla.
Entiendo
que no habrá ninguna empresa que quiera
comprar algo u obtener una concesión para sólo cuatro años. Habrá que pactar que esas decisiones a más
largo plazo deban tomarse por 2/3 de la cámara –es un ejemplo- o por 2/3 de los partidos con representación
parlamentaria y la decisión estará más acorde con lo que desea el pueblo,
representado hoy y en el futuro.
Pero
esta solución no interesa, las comisiones disminuyen, hay que repartirlas entre
más y se pueden hacer públicas al común de los españoles. No lo van a hacer
sino les obligamos.
Por eso
hace falta que el pueblo español de un puñetazo encima de la mesa y exija que
se cambie la Ley Electoral –principal fuente de problemas y corrupciones-, se
implanten las listas abiertas, desaparezca el concepto de proporcionalidad
actual basado en la Ley D’Hondt y se estudie otro que no favorezca a los
partidos mayoritarios, se establezcan mecanismos de participación popular fuera
de los procesos electorales –consultas, referéndums-, se impida a los partidos
gobernantes tomar decisiones que vayan más allá de su legitimidad temporal, acabar con las donaciones...
Otros
conceptos a tener en cuenta son el
cumplimiento de la Constitución y sus preceptos, por encima de conveniencias
partidistas o intereses empresariales; que al PP se le llena la boca de
Constitución para lo que le interesa, pero NS/NC de los derechos constitucionales al
trabajo, a la vivienda, y a la dignidad…Y España es un Estado laico, sin
Vírgenes condecoradas ni santos milagrosos para resolver el paro o la pobreza.
Y no hay sitio en el Gobierno para quien no entienda esto. Lo vamos a
conseguir, ¡Juntos podemos!
Eduardo
Lizarraga
Manzanares
el Real , marzo 2104
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